¿Que por qué escribo de África? ¿Por qué precisamente África en el primer relato largo al que me atrevo? Y la recorro de arriba abajo, y me documento, me quiero empapar. No sé si me lo preguntas pero me lo he respondido ya. Creo que no solo es por el montón de exotismos que se distribuyen por sus esquinas, ni por la tremenda variedad de los factores que la hacen mágica. También por haber sido el escenario de las rapiñas desaforadas de nobles representantes del Primer Mundo, por el abandono, por las injusticias. Por su historia apenas narrada. Por el reto que supone vivir en el desierto, y no solo vivir, atravesarlo de parte a parte para acarrear mercancías inverosímiles y románticas, entre las que se mezclan los esclavos hasta fechas vergonzantes. Por el reto que supone vivir en la selva. Por el reto que supone vivir en guerras continuas, siglos y siglos de guerras de todos los tamaños y colores. Por ser capaz de albergar los últimos ejemplares de rinoceronte blanco y el patrimonio histórico de la ciudad de Tombuctú, la primera universidad del mundo, y no tan lejos unos de otra.
Ya sé, los tópicos de siempre sobre un continente masacrado y expoliado pero que mantiene su fuerza, no se sabe muy bien cómo, una realidad poderosa que parece tragárselos a todos sin inmutarse. Que por qué si la aprecio tanto y la respeto soy capaz de escribir en ella sin haberla visitado, sin dar una vuelta ni siquiera por Ceuta: porque los principiantes somos así, desvergonzados y presuntuosos, fatuos y atropellados.
PUDO OCURRIR EN ÁFRICA
Novela
Autoeditada en Amazon
Firmada por el heterónimo Mercedes Alesón